Estuvo injustamente 8 años en la cárcel

2024-05-19 12:24:27   1521 Visitas


Ciudad de México.- Daniel Plácido Domingo hoy tiene 34 años, sin embargo, los últimos 8 los pasó en prisión tras ser detenido y acusado por su presunta participación en el delito de secuestro en agravio de un hombre en el Estado de México. Tras casi una década, se logró comprobar su inocencia y fue puesto en libertad.



En entrevista, recordó que el jueves 5 de noviembre de 2017, aproximadamente a las 16:00 horas, un grupo de personas armadas y cubiertas del rostro llegaron por él y le dijeron que tenía una orden de aprehensión por el delito de secuestro. Si bien se resistió, fue llevado a la fuerza.

Estima que en total ocho hombres lo golpearon y torturaron, además de que supuestamente lo obligaron a confesar un crimen que no cometió en un interrogatorio que fue grabado.

“'Ya déjenlo, mejor llévenselo directamente a Santiaguito para el penal'. Antes de irme me dijo una de estas personas, ‘pues por pendejo te vas a ir a chingar de por vida’”, explicó. Desde 2017 estuvo en la cárcel en Santiaguito y no fue hasta el 6 de mayo de 2022 que lo trasladaron a una prisión de máxima seguridad en Nayarit, sin embargo, regresó al Estado de México durante el último trimestre del 2023.


Hoy se encuentra libre luego de que accediera al reconocimiento de inocencia, luego de que el caso fuera analizado de nueva cuenta y detectaron que hubo una mala actuación por parte del Ministerio Público. “Se les dio mucho hincapié que era un delito fabricado porque supuestamente de una etapa de investigación surge la investigación como tal de los ministeriales o las personas de investigación que vienen a evaluar el hecho, sin embargo, estas personas no hicieron el trabajo como tal, sino que bajaron fotografías de la aplicación de google maps, bajaron una fotografía mía de la licencia de conducir y de ahí prácticamente esa fue la raíz que originó que yo fuera inculpado”. Es de señalar que este es el primer caso de “reconocimiento de inocencia” de otros que están arropados por el colectivo “Haz valer mi libertad”, una expresión ciudadana del Estado de México que tiene como objetivo luchar por personas inocentes que están en cárceles del estado, como fue el caso de Daniel.




Su hermana, Lady Plácido Arroyo, es vocera de la agrupación y durante años peleó junto con otros activistas para obtener la liberación de su hermano, quien ya está en su domicilio. “Es un cambio para nuestra historia a otra porque también es volver a acomodar nuestros tiempos. Él ya tenía una rutina establecida de levantarse muy temprano, nosotros también temprano, pero no tanto como él y volver a comenzar".

"Desde siempre hemos buscado que mi hermano fuera liberado porque es inocente y desde siempre nos dedicamos a buscar a alguien que nos apoyara para sacarlo de la cárcel pero francamente no hubo ese encuentro hasta después que ya fue sentenciado”.

El apoyo del colectivo fue necesario y si bien han logrado otras liberaciones en los últimos años, como fue el caso de Silvia Salazar, lo cierto es que mantendrán su lucha hasta en tanto los casos de otras 17 familias sean resueltos.

“Somos un colectivo y cuando actuamos de manera colectiva nos damos cuenta de que podemos lograr la libertad de los inocentes y pues en la medida de nuestras posibilidades seguiremos avanzando con nuestras compañeras”.


El principal reto, reintegrarse a su familia

Daniel Placido Arroyo tenía 26 años cuando ingresó a la prisión y hoy tiene 34. El tiempo no perdonó y cambió su rostro y el de su familia; se pintaron canas, arrugas y si bien reconocen que no podrán regresar al pasado, en el presente tienen la intención de fortalecer su familia.

Silvia Arroyo Ferrer, madre de Daniel, reconoció que su forma de vida cambiará, toda vez que ya no tendrá por preocuparse por su estadía en prisión o su seguridad, ya que únicamente podía hablar con él cuando había oportunidad de hacerlo.

Hoy, invita a otras madres y familiares a no rendirse y a luchar contra las injusticias. “Que no se rindan porque la peor lucha es la que no se hace”.


Edición: Alondra Reazola Urías