Señales de que eres afortunado

Un hombre afortunado sabe que lo es porque está consciente de lo que tiene en su vida y lo agradece más que estarse quejando por lo que aún no llega o le hace falta.

Así que esperamos que puedas encontrar en tu presente, motivos necesarios para sentirte feliz y agradecido por lo que está a tu alrededor.

1. PUEDES TOMAR TUS PROPIAS DECISIONES.

Quizá algunas sean equivocaciones que te dejan aprendizajes o quizá otras sean aciertos que te impulsan hacia tu felicidad, pero todas están en tus manos.

Pueden ser decisiones importantes hasta aquellas pequeñas que tú das por hecho pero que no para todas las personas del planeta son así.

2. TIENES UNO O VARIOS INGRESOS.

Estás trabajando, tienes un ingreso o varios y estás haciendo malabares con el dinero en función de tus intereses.

3. TE DEDICAS A ALGO EN LO QUE TIENES POTENCIAL, CONOCIMIENTO O TE GUSTA.

Quizá no sea tu trabajo ideal o puede que sí lo sea… Pero, más allá de eso, estás ejecutando funciones por tu conocimiento, destino o porque ahí tuviste una oportunidad.

4. TIENES UN TECHO DONDE DORMIR.

Esto es un hombre muy afortunado…

5. PUEDES HACER POR TI MISMO ACTIVIDADES BÁSICAS.

Estás para ti, puedes para ti, tu consciencia, tu mente y tu cuerpo están en el mismo canal.

6. PUEDES IRTE A DORMIR CON PAZ EN TU MENTE.

Poder pegar la cara en la almohada y estar en paz contigo, con tu familia y con tus valores, vale oro.

7. HAY GENTE QUE TE DESEA QUE TE OCURRA LO MEJOR.

Inspirar a otros a que te deseen lo mejor, algo que debe alimentar tu espíritu más allá de tu ego. Agradéceles y deséales lo mismo de vuelta.

8. PUEDES AYUDAR A OTROS.

Esto es una gran señal de que eres un hombre afortunado.

No es que no necesites ayuda para nada, pues eso podría caer en la soberbia, sino que puedes ayudar a otros, tienes la capacidad o la disposición para apoyar a quien lo necesite.

9. TIENES ALIMENTO PARA COMER Y HASTA DE SOBRA EN TU DESPENSA.

¡Y eso es mucho!

Sí, quizá hay metas que te falte alcanzar, quizá no todo ha salido como lo deseas, pero tienes una vida propia en la que destacas como el protagonista.

Fuente: El Personalista.

Edición: Susana Ruiz

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