¿Eres alguien desconfiado?

2023-05-11 11:21:04   1811 Visitas


Las relaciones necesitan, como ingredientes básicos, de la confianza y límites claros para funcionar adecuadamente. Sin ambos ocurre un desbalance terrible. Confianza sin límites te pone en riesgo de salir lastimado; límites sin confianza, de vivir en un estado de temor y desconfiando de quien te ama.




¿CÓMO ARRUINAS TUS RELACIONES?

La confianza es la firme creencia de que la otra persona es honesta contigo y que no te lastimaría consciente y voluntariamente.

Es importante porque el amor puede ser definido como la combinación entre confianza y alegría; entonces, si no hay confianza no hay amor verdadero, así se puede estar en una relación con alguien. Es probable que en ese caso haya más una gran necesidad insatisfecha.

¿ENTONCES DE QUÉ TIPO DE DESCONFIANZA HABLAMOS ACÁ?

De la que te dice que quien te ama te va a lastimar o se va a aprovechar de alguna manera de ti. En este caso podemos decir que no es que la otra persona no sea confiable, sino que tú no puedes confiar en la otra persona y, para el caso, tampoco lo haces con quien sea que esté en su lugar.

Es decir, tu desconfianza es hacia cualquier persona con la que establezcas una relación de intimidad emocional. Por eso puede ser que en otro tipo de relaciones más superficiales o menos profundas, te relaciones sin desconfiar.

Digámoslo de esta manera. Desconfías de quien quien sabes que, para tener una relación emocional, tendrías que confiar primero.


PERO ¿QUÉ PASA SI TENGO RAZONES PARA DESCONFIAR?

Si verdaderamente las tienes ¿qué haces en esa relación o con esa persona? La cuestión es si verdaderamente tienes bases o todo resulta ser producto de un pensamiento de tipo paranoico.

Este pensamiento usa razonamientos adecuados (si mi pareja sale, podría verse con otra persona y tener un encuentro romántico a mis espaldas), pero basado en premisas falsas (mi pareja me quiere engañar, lastimar o no me ama de verdad).

¿CÓMO SE MANIFIESTA LA DESCONFIANZA?

Siempre piensas lo peor de la otra persona. No dudas que la otra persona te engañe o lastime, sino te preguntas cómo, cuándo y con quién lo hará. Vives en sospecha.

Te vuelves hipervigilante con tu pareja ya sea de manera encubierta, o abierta, espías, esculcas, cuestionas y vas guardando trozos de información para armar tu rompecabezas mental.

Captas señales a modo (que confirman tu creencia). Siempre hemos dicho que cuando todo es una señal, nada es una señal. Si se arregla, ¿a quien va a ver?. Si ve un mensaje ¿quién le está escribiendo?. Si se queda en silencio ¿en quién está pensando?.

Si no te contesta la llamada ¿con quien estaba o qué estaba haciendo?. Si te la contesta ¿en dónde está, por que se oye todo en tanto silencio?. Si llegó temprano ¿de dónde viene?. Si llega tarde ¿a dónde fué?. Si no te cuenta ¿por qué?. Si te cuenta, ¿qué está tratando de encubrir?




¿POR QUÉ PASA? ¿ES UNA FORMA DE AUTOSABOTAJE?

Pensemos en el autosabotaje, en este caso, como un mecanismo de defensa. Supongamos que tienes el deseo de relacionarte, así que te abres a esa posibilidad.

Conoces a alguien, empiezan a salir y te enamoras. El deseo está satisfecho, pero esto de inmediato despierta en ti el miedo a que esa persona te pueda lastimar, porque te sientes vulnerable e inconscientemente buscas pretextos para terminar o por mantener esa relación “a raya”. Un buen mecanismo es decirte que no puedes confiar en esa persona.


Al decir que no puedes confiar en una persona, no puedes tener una relación sana o duradera, entonces la relación se acaba y el miedo desaparece, pero el deseo vuelve a surgir. Y todo vuelve a empezar.

TODO PUEDE VENIR DE EXPERIENCIAS PREVIAS

En la infancia. Donde quien debió haberte ofrecido amor incondicional y estabilidad, era percibido como alguien que chantajeaba, maltrataba, exigía o amenazaba con su ausencia. O quizá incluso ya no estaba.

Se vivía con el temor de que las necesidades más elementales no fueran satisfechas e incluso se temía de la propia permanencia del objeto amado. Por otra parte, si los niños son testigos de problemas de confianza dentro de la familia, es posible que teman que les suceda lo mismo en futuras relaciones amorosas en la edad adulta.

En la vida adolescente o adulta. Cuando viviste experiencias de traición o engaño que te impactaron profundamente y te crearon una especie de trauma que pudo haber afectado tu autoestima. Es como si te hubieras convertido en alguien “engañable” y “no querible” de la noche a la mañana.

También como cuando alguien se fue de tu vida sin mucha explicación. Esto muy frecuentemente no tiene que ver contigo, sino con algo que le pasa al que se va así, pero como lo percibes como rechazo y no encuentras una explicación de por qué fuiste excluido, el temor a que vuelva a pasar se hace intenso.

Y también en la vida adulta la influencia familiar puede extender sus tentáculos cuando hay padres o hasta hermanos controladores. Te suelen decir que no confiés en tus parejas, que te van a traicionar o que te varán la cara de tonto. Lo que quieren es que no te vayas del nido y que nadie te pueda robar de su lado.


¿CÓMO AFECTA?

Creas una barrera emocional con la persona que amas. Como no puedes confiar, no te abres a la relación y andas como con “freno de mano”. Una persona sana tratará de entender qué te pasa, pero al poco tiempo, cuando se de cuenta que no puede descifrar el rompecabezas, se marchará. Una persona “rescatadora” se comprometerá en la misión de hacer que te abras al amor. Frustración garantizada.

Culpas a tu pareja de lo mal que está su relación. Como le pides lealtad y transparencia absoluta a la otra persona, y como ya vimos que haga lo que haga tu ves señales negativas donde no las hay, pues entonces nunca va a poder moverte del estado delirante en el que te has metido.

Tienes una gran necesidad de controlar a la otra persona. Tu creencias o premisa errónea es que, una forma de evitar que te traicionen es tener el control de cada aspecto de la vida de la persona en la que no confías. Pero cuando haces esto, te surgen cada vez formas más elaboradas y sofisticadas de pensar en cómo te van a traicionar.

¿QUÉ HACER?

Empieza a confiar gradualmente en otros. La confianza no es algo de todo o nada. Observa en qué áreas podrías confiar de qué personas y ve viendo si es posible que esa confianza se pueda ir expandiendo:

• Hacia otras áreas de las mismas personas.
• Hacia diferentes personas en las mismas áreas.
• Hacia diferentes personas en diferentes áreas.

En ti mismo.

• Especialmente si sabes que de alguna manera estás siendo manipulado por alguno de tus padres o familiares. te das cuenta porque siempre le encuentran a un “pero” a cualquier pareja actual.
• Confía en que las decisiones que tomes tú te acerquen a lo que quieres, aunque otros puedan no estar de acuerdo.
• Aunque el riesgo de esto es que luego sientas culpa por alejarte de quien te chantajeaba emocionalmente.
• Tal vez tengas que buscar, para empezar, fortalecer tu autoestima.


Fuente: Martha Debayle

Autor: Mario Guerra

Edición: Daniela Romero
Grupo Radiza

Edición: