Aprendió el famoso screwball y superó

2024-10-24 11:56:36   475 Visitas


Ciudad de México.-Los directivos de Dodgers celebraban la firma de Fernando Valenzuela. Sabían que tenían a un diamante en las manos, pero tendrían que pulirlo para que deslumbrara con su brillo. El sonorense tenía una recta aceptable, cercana a las 90 millas. Una venenosa curva y era certero para colocar sus lanzamientos en las esquinas. Pero sobre todo destacaba por la frialdad e inteligencia para trabajar a los bateadores.



Incluso así, el gerente Al Campanis sabía que no era suficiente para llegar a las Grandes Ligas, por lo que le pidió a Mike Brito que le buscaran un nuevo lanzamiento para añadirlo a su repertorio.

Brito recordó de inmediato a Bob Castillo, un lanzador mexicoamericano, a quien en alguna ocasión se le paró a batear y lo había ponchado con un sensacional screwball.


Castillo, quien en ese momento pertenecía a Dodgers, había jugado en la Liga Mexicana, circuito en el que aprendió a lanzar el screwball luego de observar al mexicano Enrique Romo.

Nadie lo sabe, pero mi hermano Enrique le enseñó el screwball a Bob Castillo y Bob Castillo se lo enseñó a Fernando”, recordó Vicente El Huevo Romo. “Era muy bueno el screwball de Fernando porque podía lanzarlo a dos velocidades diferentes y lo lanzaba con toda la confianza; incluso era capaz de tirarlo en cuenta de 3 y 2”, agregó uno de los mejores lanzadores del beisbol mexicano.



El comienzo para aprender a dominar el tirabuzón o la bola de tornillo, como también era conocido, no fue fácil para Fernando Valenzuela.

Me recomendaron que para llegar a Grandes Ligas tenía que aprender otro lanzamiento y entonces comencé a practicar el screwball, no fue fácil dominarlo. Cuando estaba en las ligas menores llevaba récord perdedor y no podía. Entonces le dije al manager que era mejor dejar de tirarlo, pero me dijo que no importaba el récord, y que trabajara con ese lanzamiento para llegar a Grandes Ligas”.

Entonces, Valenzuela tomó el reto: “Cuando dices ‘voy a hacer algo’, es un compromiso y hay que estar seguro de lo que tienes que hacer para cumplir con ese compromiso”.

Con el empeño y la magia en su brazo, el prospecto de Dodgers comenzó a dominar el complicado lanzamiento, que requiere forzar el brazo de una forma no ortodoxa en sentido contrario a las manecillas del reloj para darle una rotación contraria a la natural.

Tomé unos meses para controlarlo. El control fue lo que más tiempo me llevó”.


Fernando Valenzuela comenzó a brillar en las ligas menores y lucía imbateable con ese lanzamiento que justo al llegar a home se caía, con él engañaba a los bateadores.

Valenzuela fue líder de la Liga de Texas, Clase Doble A, en ponches con 162 y terminó la temporada con récord 13-9 y 3.10 en carreras limpias con el equipo de San Antonio.

En los últimos ocho juegos tuvo marca de 7-0 con 0.87 de carreras limpias y 87 ponches.

La tercera vez que lo fui a ver a las sucursales era como ver a un gran caballo listo para el Derby de Kentucky”, dijo en aquel momento Ron Perranoski, quien era el coach de pitcheo de Dodgers. En menos de un año de haber firmado, el mexicano había mostrado que estaba listo.



Edición: Cinthia Zereth Cruz