Piden pena máxima para pastora

2024-04-12 09:57:49   3147 Visitas


Juárez, Chih.- La tarde de ayer, el Ministerio Público solicitó la pena máxima por el delito de trata de personas en la modalidad de trabajos o servicios forzados, un total de 180 años de prisión, ante el Tribunal Unitario de Juicio Oral del Poder Judicial del Estado. Esto fue para Velia H. G., pastora de la iglesia Aposento Alto, donde presuntamente se obligaba a migrantes a trabajar bajo amenazas.



Además de la pena de prisión, se busca imponer una multa equivalente a 50 días, así como la reparación del daño por un total de 91 mil 600 pesos, destinados a terapia psicológica para las víctimas.

Seis migrantes, tres de Michoacán, dos de Honduras y uno de El Salvador, decidieron salir del "espacio humanitario" después de meses de trabajos forzados, a pesar de las presuntas amenazas de H. G. de dejarlos fuera de una lista que les permitiría cruzar a Estados Unidos por mejores oportunidades.


Los trabajos forzados incluían la construcción de bardas, cuartos de baño, habitaciones y el aplanamiento de un terreno, entre otras tareas. Los denunciantes no recibían pago por su labor y afirmaron haber sido intimidados para completar sus tareas. En la audiencia de apertura del juicio oral 204/2023 contra la pastora de la iglesia, se expusieron los primeros argumentos para admitir a los 35 testigos que serán presentados tanto por el Ministerio Público como por la defensa de la mujer.



La Fiscalía de Distrito Zona Norte enfatizó que se trata de un delito de trabajo forzado realizado bajo amenazas contra una población vulnerable. Además, se destacó que los trabajos eran para mejorar la propiedad de la pastora y su hija, no para beneficio del comedor/refugio que se encontraba en el mismo lugar.

Según el coordinador del Consejo Estatal de Población, Jesús Enrique Valenzuela Peralta, las irregularidades en el refugio de H. G. fueron evidentes a medida que se recibían denuncias informales y se retiraba el apoyo de organizaciones internacionales y de la sociedad civil. Aposento Alto, inicialmente un espacio humanitario, había sido habilitado en 2019 como parte de una red de albergues para personas migrantes, pero poco a poco las organizaciones retiraron su apoyo debido a quejas sobre el trato de la pastora.


Edición: Alondra Reazola Urías