Aumenta detección de 'mulas'

2024-04-11 12:51:43   1359 Visitas


Ciudad de México.- El crimen organizado ha transformado a las mujeres en cargadoras frecuentes de drogas duras en los últimos años, relegando a las traficantes de marihuana a un papel marginal. Según una investigación basada en las sentencias de los jueces por delitos relacionados con narcóticos, los cárteles como el Jalisco Nueva Generación o el de Sinaloa han empleado a las mujeres para transportar sustancias como metanfetaminas, fentanilo o cocaína, utilizando artículos como ropa interior, cosmetiqueros o equipaje de niños como fachadas para ocultar las drogas.



Desde el primero de enero de 2019 hasta la fecha, mil 182 mujeres han sido sentenciadas por delitos federales relacionados con narcóticos, según datos del buscador de sentencias del Poder Judicial de la Federación. La mayoría de estos casos involucran el traslado de sustancias de un estado a otro, especialmente aquellos que están en la frontera con Estados Unidos.

De las 872 sentencias en las que se detalló el tipo de drogas involucradas, el 79% corresponden a drogas duras como metanfetaminas, fentanilo y cocaína, mientras que solo el 12% se relaciona con marihuana. Estas sustancias, que a menudo vienen en forma de pastillas, pueden ser transportadas en espacios reducidos o escondidas en la ropa de las mujeres, lo que facilita su contrabando.


La presencia del género de las personas involucradas en el transporte de drogas es significativa: las narrativas policiales muestran que las mujeres suelen ser detenidas en retenes militares a bordo de vehículos o en camiones de pasajeros, a menudo acompañadas por niños o con las sustancias ocultas en su ropa interior.

Además del tráfico de drogas duras, se ha observado que las mujeres también incursionan en el transporte de medicamentos controlados para adelgazar, como ciertas anfetaminas y el clobenzorex, un anorexígeno que reduce el apetito. Estos medicamentos suelen encontrarse en cantidades menores junto con otras drogas que son traficadas por los cárteles mexicanos.




Esta investigación pone de relieve la creciente participación de las mujeres en el crimen organizado y su papel en el transporte de drogas duras y medicamentos controlados, subrayando la necesidad de abordar este fenómeno desde una perspectiva de género en las estrategias de seguridad y aplicación de la ley.


Edición: Daniel Samaniego