Siguen identificando cuerpos

2024-04-24 14:02:53   997 Visitas


Juárez, Chih.- El pasado domingo, un macabro descubrimiento conmocionó a la región cuando ocho cuerpos fueron dejados en el kilómetro 37+600 de la carretera Panamericana. Según informes de la Fiscalía, cinco de las víctimas provenían de diferentes estados, incluyendo Sinaloa, Chiapas, Veracruz y Nuevo Casas Grandes. Todos ellos, aparentemente "levantados" en distintos puntos del estado.




Hasta el momento, solo uno de los fallecidos ha sido identificado como Édgar Gerardo Salas Vanchiaik, de 29 años y originario de Nuevo Casas Grandes. Su identificación se logró gracias a las investigaciones de la Unidad de Investigación de Delitos contra la Vida. Además, se confirmó que Salas Vanchiaik había sido reportado como desaparecido el pasado 24 de marzo en el mismo municipio.

La causa de muerte de Édgar Gerardo fue determinada como una hemorragia aguda secundaria a un hemotórax causado por una herida de arma blanca. Tras los protocolos de identificación, su cuerpo fue entregado a su familia para realizar los servicios fúnebres.

El Fiscal General, César Jáuregui Moreno, mencionó que se han identificado otros dos cuerpos masculinos originarios de Sinaloa, cuyos nombres se mantienen bajo reserva. Además, fuentes no oficiales revelaron que dos de las víctimas procedían de Chiapas y Veracruz, identificadas como José Luis A. B. y Vicente G. C., respectivamente.


Aunque se ha especulado sobre la posible implicación de la organización "La Línea" en este multihomicidio, la investigación sigue en curso. Los cuerpos fueron encontrados a tan solo seis kilómetros de un retén de seguridad y a dos kilómetros de un balneario, en una zona altamente transitada.

Las víctimas presentaban heridas de arma blanca, y sobre uno de los cuerpos se dejó un mensaje que advertía que "Chihuahua ya tiene dueño". Además, se encontró una camioneta tipo van completamente calcinada a 48 kilómetros al norte del lugar del hallazgo, la cual se cree fue utilizada para transportar los cadáveres y que había sido rentada por dos de las víctimas.




Edición: Valeria Vega