Ciudad de México.-Tongolele, una de las vedettes más icónicas de México, falleció dejando un legado en el cine, la danza y la vida nocturna. Nacida el 3 de enero de 1932 en Spokane, Washington, tenía raíces mexicanas y desde niña mostró interés por la danza. A los 15 años emigró a México, donde debutó en el cabaret Tívoli y se convirtió en una de las estrellas más aclamadas de la época.
Su éxito en los escenarios la llevó al cine en 1948 con películas como La mujer del otro y Han matado a Tongolele. Durante las décadas de los 40 y 50, se consolidó como una de las pocas bailarinas exóticas con una carrera cinematográfica destacada, participando en cintas como El rey del barrio y Mátenme porque me muero. En los años 70, con el auge del cine de terror, apareció en Las mujeres panteras y Snake People. También incursionó en la televisión y el teatro, con participaciones en Salomé y Perfume de Gardenia.
En 1956 se casó con el cubano Joaquín González, con quien tuvo dos hijos gemelos. En 1996, la muerte de su esposo marcó un punto de inflexión en su vida. En 2016 su familia confirmó que padecía Alzheimer, lo que la llevó a retirarse de la vida pública en 2015. Usó la danza tahitiana como terapia en su estudio privado en Puebla.
Su fallecimiento deja un vacío en el entretenimiento mexicano, pero su legado sigue vivo en la cultura popular, donde es recordada como un símbolo de sensualidad, elegancia y talento.