Aunque muchos padres recurren a comidas preparadas por su conveniencia, existen alternativas saludables y asequibles para alimentar a sus hijos. Aquí hay cinco maneras de ofrecer una dieta variada y nutritiva:
Consumo de Frutas y Verduras:
Asegúrate de que los niños incluyan suficientes frutas y verduras en su dieta. La fruta y la verdura pueden congelarse para conservar su sabor y nutrientes. Cocinar grandes cantidades de verduras en sopas o guisos y luego congelarlas es una excelente opción.
Alternativas Saludables:
Si no hay productos frescos, considera alimentos en conserva o deshidratados. Los frijoles, garbanzos y pescado enlatado son ricos en nutrientes y se pueden usar en diversas recetas. Las verduras enlatadas, aunque pueden tener menos vitaminas, son buenas alternativas.
Refrigerios Saludables:
Ofrece opciones nutritivas como frutos secos, yogur sin azúcar, fruta fresca o deshidratada, y huevos duros en lugar de dulces o snacks procesados.
Limitar Alimentos Procesados:
Reduce la compra de alimentos muy procesados que suelen tener altas cantidades de grasas, azúcares y sal. Opta por productos con menos aditivos y favorece el agua como bebida principal, mejorando su sabor con frutas o verduras.
Cocinar en Familia:
Involucra a tus hijos en la preparación de las comidas para crear hábitos saludables y fortalecer los lazos familiares. Desde lavar ingredientes hasta poner la mesa, cada miembro puede participar en el proceso.