Estados Unidos.-Con spots en español, ingles y spanglish, un tono mas duro hacia la migración irregular y el apoyo de Grupos de Acción Política, la campaña de Kamala Harris busca reducir un déficit de apoyo entre los votantes latinos, muchos de los cuales emigraron al campo de Donald Trump convencidos de que sus políticas fueron más eficaces para contener la inflación y controlar la frontera.
“Los trabajadores, incluidos los inmigrantes que trabajan duro, están recuperando la economía, pero mientras Trump amenaza con separar a las familias y debilitar nuestra economía, el enfoque equilibrado de Kamala Harris en materia de inmigración mantiene unidas a las familias al proteger a nuestros seres queridos de la deportación, brindando un camino hacia la ciudadanía y visas de trabajo para los soñadores”, dice en inglés y español el más reciente anuncio a favor de Kamala.
Patrocinado por los grupos demócratas —Priorities USA Action y Somos PAC— como parte de un ronda de 5 millones de dólares de publicidad política, el spot aborda con imágenes emotivas los dos puntos más débiles de la campaña de Harris: la primera economía y la migración.
Con 36.2 millones de votantes elegibles para votar este 5 de noviembre, la comunidad latina podría ser definitiva en el desenlace de los comicios, en especial en los estados clave de Arizona y Nevada, donde representan más de una cuarta parte del electorado y darle la victoria a cualquiera de los dos candidatos en el Colegio Electoral con apenas unos miles de votos de diferencia.
Pero Kamala es víctima de una tendencia que se ha acentuado desde la presidencia de Barack Obama: una hemorragia de votantes latinos se está desplazado a la esquina de los republicanos y amenaza con desmoronar el dominio demócrata de un segmento de votantes crecientemente decisivo.
En 2012, Obama obtuvo el 70 por ciento del voto latino. Pero la proporción cayó al 66% con Hillary Clinton en 2016 y a 61 % con Joe Biden en 2020. Para Harris, la cifra es del 59%, uno de los porcentajes más bajos de la historia reciente.
En la década de los 80, el presidente Ronald Reagan acuñó una frase que cuatro décadas después empezó a materializarse: “Los latinos son republicanos. Pero todavía no lo saben”. En 1984 logró captar al 37% de los votos hispanos. Bajo el mismo mantra, George W Bush hizo un fuerte acercamiento a la comunidad, a la que veía como el pilar más sólido del partido republicano en el largo plazo. Su cortejó le valió un apoyo del 40 por ciento de los hispanos en 2004, el más alto en la historia reciente.