Se salvan por confusión de vuelo

2024-08-09 19:51:17   1570 Visitas


Brasil.- Del enojo a las lágrimas, así fue el cambio de emociones de las personas que no abordaron el vuelo de la aerolínea Voepass Linhas Aéreas, avión que terminó estrellándose en la localidad de Vinhedo, al suroeste de Brasil, y que registra 61 personas muertas.



10 personas perdieron el vuelo de Voepass en Brasil Reportes de medios brasileños destacaron que 10 personas no pudieron subir a la aeronave de la empresa Voepass, que terminó accidentándose a las 13:25 horas (tiempo local).

Por un tipo de confusión con aerolíneas, a un pasajero le negaron el acceso, así lo narró un hombre que dio gracias a Dios por seguir con vida.



En declaraciones, relató que incluso había llegado a la terminal aérea de Cascavel, en el estado de Paraná, pero cuando se dio cuenta, le negaron el abordaje.

“10 personas que han perdido la conexión dentro del vuelo para ir a Guarulhos. Pero gracias a Dios no pasó (…) No sabíamos que iba a ser con esta empresa, pensábamos que iba a ser con Latam, y Latam estaba cerrada. Hasta llegué temprano y esperé, me quedé y nada. Cuando eran las 11:00 horas vine a buscar aquí”.

El personal de la empresa argumentó que había pasado el límite de embarque. Aunque el hombre presionó para estar en el avión, solamente consiguió que le reprogramaran el boleto.

Peleo, incluso presioné un poco: chico, ponme dentro de ese avión, tengo que ir, tengo que ir. (…) Él dijo, ‘no hay manera. Lo que puedo hacer por ti es reprogramar tu boleto’. Luego fue reprogramado a las 6:20”.

Después de enterarse del accidente en donde perdieron la vida 61 personas, agradeció a Dios, “me ha dado una emoción muy grande que no sabes”.


“Me salvó la vida, porque hizo su trabajo”

Otra persona que también perdió el vuelo, de nombre Adriano, dijo que discutió con un empleado de Voepass Linhas Aéreas.

Comentó que en un inicio llego al aeropuerto a las 9:40 y la empresa Latam estaba cerrada.

“Cuando llegué aquí estaba esperando a ver si abrían, normalmente el aeropuerto siempre tiene alguien ahí; no había nadie en el mostrador. Me quedé allí, tomé un café y esperé hasta que el micrófono no decía nada, tampoco me dijeron nada sobre el vuelo”.

A las 10:30 horas se dirigió de nueva cuenta al mostrador y ya había una fila enorme para subir.

“Estaba esperando cuando pasó 10:41 más o menos; el chico me dijo que no iba a abordar más (…) En ese momento discutí con él y eso fue todo y me salvó la vida, porque hizo su trabajo. Si él tal vez no hubiera hecho su trabajo, tal vez no estaría dando esta entrevista”.

Tras lo ocurrido y enterarse de la tragedia, Adriano abrazó al trabajador que le había negado abordar el vuelo. Posteriormente, empezó a hablar con su familia para decirles que estaba bien.


Edición: Aracely Borunda