. Como madre de cuatro, hermana de tres, y terapeuta de muchos he descubierto, a lo largo de mi existencia, la importancia no sólo de conocerme, sino de aprender a tener amor propio. Sí, me quiero, más allá de mis defectos, de los obstáculos que se presentan en el camino, de mis huellas de dolor y de las expectativas no realizadas.
Tengo que confesarles que quererme no ha sido fácil, quizá porque las cosas que realmente valen la pena nunca lo son. No obstante, sembrar el amor propio (a través de la perseverancia) ha sido uno de los regalos más importantes que me he hecho a mi misma. Y es que, cuando uno logra salir de la isla de ansiedades, recriminaciones y autosabotaje que está instalada en la cabeza, el paisaje se abre y súbitamente el pasado, el presente y el futuro se transforman.
¿CÓMO COSECHAR EL AMOR PROPIO?
Construir la autoestima toma tiempo, inteligencia, y sin duda voluntad. Con mis años de experiencia y basándome en la obra de Nathaniel Branden, gran estudioso de la Autoestima, el primer consejo que les puedo dar es aprendan a vivir conscientemente.
Somos seres pensantes que tenemos la posibilidad de darnos cuenta que se dan cuenta, valga la redundancia. Esta capacidad de reflexión nos permite dilucidar lo que somos como individuos y el entorno que nos rodea. De esta diferencia entre lo interno y lo externo, nacen tres preguntas que son indispensables si queremos mejorar el amor propio:
¿Quién soy?
¿Qué quiero?
¿Puedo alcanzar mis metas?
EL COMPROMISO DE VIVIR DE MANERA CONSCIENTE
La consciencia permite que nos podamos evaluar favorable o desfavorablemente. En ese sentido, hay que responder de una forma sincera las tres interrogantes arriba mencionadas. Esta actividad nos permitirá ir más allá de la mirada (estática y subjetiva) que nos dieron durante la infancia nuestros cuidadores primarios.
Después de todo, las personas conscientes confrontan su pensar interno con la realidad externa: reflexionan, valoran, analizan y, con base a estas operaciones mentales, toman decisiones. Pocas cosas son tan nocivas y alienantes como la recóndita sensación de que te estas engañando a ti mismo o a ti misma.
LOS PILARES DE LA AUTOESTIMA
En honor a lo anterior, y basándome en Nathaniel Branden, he pensado en cinco claves que te permitirán mejorar la relación contigo mismo y regalarte, para este nuevo año, la posibilidad de construir nuevas travesías, conscientes y sostenidas.
No hay que olvidar que la autoestima, más que un sentimiento u opinión personal, es una poderosa fuerza motivadora interna que inspira a actuar. No me cansaré de insistir que el camino del amor propio requiere de un alto grado de consciencia y de voluntad.
ACÉPTATE A TI MISMO
El uso adecuado de tu capacidad consciente te permite conocerte, en primera instancia, y luego aceptar la persona que eres y convivir con ello. Esto no significa que seas conformista, sino que te da la oportunidad de desarrollar una sensatez genuina y amorosa que distingue lo que te gustaría ser de lo que eres. Si te entiendes compasivamente, como parte de una historia y un contexto, el proceso de aceptación te permitirá abrazar la realidad y transformar lo que no sirve hoy.
SE ASERTIVO
Con consciencia y auto aceptación puedes desarrollar la fuerza para hacer valer lo que quieres, pedir lo que necesitas, externar lo que valoras y poner límites a lo que te perjudica. Aprende a relacionarte con los otros con la confianza de que eres capaz de cuidarte a ti mismo, de hacer valer tus propios derechos en forma clara, abierta y apropiada, sin necesidad de atropellar los derechos de las otras personas.
TEN CONGRUENCIA
Ser congruente implica vivir con integridad. La integridad consiste en alinear lo que pensamos, con lo que decimos y hacemos. Ser congruente requiere primero reconocer tus principios de conducta, y es que sin una escala de valores propia, que direccione tu actuar, avanzarás dando tumbos y mimetizándote con valores ajenos a los tuyos.
ASUME LA RESPONSABILIDAD
No puedes delegar en otros el éxito o fracaso de tu propia vida, es decir, no eres víctima de todo lo que te pasa. En este sentido reconocerte como el arquitecto de tu propio destino te comprometerá con la construcción de la vida que quieres.
VIVE CON UN PROPÓSITO
Esto te permitirá saber qué quieres lograr y qué acciones necesitas hacer para cumplir tus metas. Para lograr este pilar hay que tener muy claro cuál es el sentido de tu existencia. Saber qué es lo que te gusta, para qué eres bueno, por qué te pagan, cómo ayuda todo lo anterior al mundo.
¿Arrancas? ¡Te deseo buen trayecto!.