Ciudad de México.-Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la detección y destrucción de narcolaboratorios en México aumentó 60 % en el promedio diario. Entre el 21 de noviembre de 2024 y el 17 de febrero de 2025, las fuerzas armadas destruyeron 48 laboratorios en ocho estados, principalmente en Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Sonora, Durango, Tlaxcala, Guanajuato y Baja California. Antes de la toma de posesión de Trump, se destruían 0.45 laboratorios al día, cifra que subió a 0.72 tras su llegada.
La detección ha sido realizada por la Defensa, la Marina y otras agencias federales. El primer aseguramiento registrado ocurrió en Cosalá, Sinaloa, donde el Ejército identificó un laboratorio con más de siete mil litros de precursores químicos, reactores de síntesis orgánica y tanques de gas. La mayoría de los laboratorios estaban destinados a la producción de metanfetamina y, en menor medida, fentanilo, como el caso de Guasave, donde se decomisaron dos kilos de pastillas de esta sustancia y se detuvo a dos personas vinculadas al crimen organizado.
Sinaloa ha sido el estado más golpeado, con 31 laboratorios asegurados, reforzando su papel como centro operativo del Cártel de Sinaloa. Según la DEA y autoridades mexicanas, este cártel y el Cártel Jalisco Nueva Generación son los principales responsables del tráfico de fentanilo a EE.UU., utilizando precursores químicos importados, principalmente desde China. A diferencia de la cocaína, que solo transita por México, el fentanilo y la metanfetamina se producen en laboratorios clandestinos para su posterior envío a territorio estadounidense.