Ciudad de México.-El Hijo del Vikingo, el prodigio de la lucha libre mexicana, abrió su corazón para hablar de uno de los años más desgarradores de su vida. Entre lesiones devastadoras, dudas sobre su futuro y una conexión inesperada con su familia, el luchador dejó claro que su historia es una de resistencia, sacrificio y redención.
El 2024 marcó un antes y un después en la vida de El Hijo del Vikingo. Una lesión en el ligamento cruzado interno y el menisco amenazó con arrebatarle no solo su carrera, sino también su capacidad para caminar. “El doctor me asustó muchísimo. Me dijo que por el impacto y el tipo de accidente era probable que me hubieran amputado la pierna”, confesó. Las palabras del médico fueron un golpe brutal. “Los primeros tres meses y fue como mucha tensión, este, sí me deprimí, la verdad es que llegó la depresión, me sentí muy mal de no poder hacer mis movimientos que solía hacer o que le gustaba a la gente“ relató con la voz quebrada. A pesar del diagnóstico sombrío, el luchador se sometió a una cirugía mayor que literalmente reconstruyó su rodilla. Con disciplina, enfrentó meses de rehabilitación en la Ciudad de México, apoyado por su esposa y fortalecido por su primogénito recién nacido.
Paradójicamente, lo que parecía una tragedia se convirtió en una bendición escondida. Alejado de los reflectores y los cuadriláteros, El Hijo del Vikingo vivió por primera vez los momentos más íntimos de su paternidad. “Pues realmente este, tenía mucho trabajo gracias a Dios, no los veía mucho entonces con esta lesión fue como un break para poder estar con mi bebé, es niño y ya ahorita cumplió un año cinco meses, y pues pude ver cómo caminaba, sus primeras palabras, estar en los momentos más importantes, por eso creo que lo malo fue bueno, entonces lo disfruté muchísimo.”, compartió lleno de sentimiento el gladiador. La conexión con su hijo y su esposa le dio fuerza para seguir adelante, transformando el dolor físico en una nueva motivación. El Hijo del Vikingo compartió su dolor por haber tenido que entregar el Megacampeonato, un título que defendió con honor y que lo convirtió en el luchador más joven en conseguirlo. A pesar de los logros y el tiempo que estuvo en su posesión, sufre al recordar que, debido a una lesión, tuvo que renunciar a él. No obstante, el luchador no se rinde y expresa su deseo de recuperar el campeonato en el futuro, ya que sabe lo que se siente tenerlo y está decidido a luchar nuevamente por él.
El Hijo del Vikingo, tras reflexionar sobre su carrera debido a una lesión, no descarta un retiro cercano. Aunque está enfocado en su regreso, menciona que la lesión y la pandemia han cambiado su perspectiva, y que podría retirarse en cinco años o menos, dependiendo de cómo se desarrollen sus proyectos. A pesar de las dificultades, el luchador asegura estar más fuerte que nunca y agradece el apoyo de sus fans, dejando claro que está listo para lo que venga.