Regala buenos sentimientos.
Adquiere cosas que necesites o que aporte valor a tu vida. Una recomendación que me atrevo a darte es que enseñes a tus hijos a no ser materialistas, que vean la navidad como un tiempo de convivencia familiar y no una época de regalos.
Transmite paz
Olvídate de los sentimientos negativos; cuando estés en tu cena de navidad, deja atrás el estar hablando o pensando en personas o acontecimientos que no son buenos. Céntrate en las cosas positivas que viviste, cuales son los planes a futuro que tienes, escucha a tus hijos y a todas las personas que estén contigo ese día, comparte todo eso con tus seres queridos.
No derroches.
Sé que está temporada es de compras, y no digo que sea malo siempre y cuando lo hagas de forma responsable e inteligente. Compra aquellas cosas que realmente necesitas o aporten algo positivo a tu vida (un libro, un curso, etc) evita derrochar; igual para tus hijos cómprales cosas que necesiten, ya habrá tiempo para regalos.
Haz de esa reunión familiar algo único y mágico.
La navidad es un excelente momento de reflexión y de estar con la familia, pero de verdad de estar, no solo físicamente; sino que consigas ese acercamiento con los seres que tanto quieres.
FUENTE: Tere Garduza