La Salsa

2024-09-26 10:34:48   281 Visitas


Por: Rubén Valles Mata



*La región de luto

Víctor Esparza Portillo, saucillense de corazón dejó de existir a principios de semana, un infarto fulminante paralizó su cuerpo para siempre.

Víctor fue un ciudadano ejemplar, hijo de agricultores y comerciantes desde sus años primeros supo vivir en la cultura del esfuerzo a pesar de venir de una familia acomodada le fue inculcado el amor al trabajo como método para salir triunfante en cada circunstancia de la vida.

De hecho fue un hombre muy exitoso, como agricultor, como empresario, como ejecutivo en asociaciones relacionadas con su actividad, en todo destacó y jamás perdió la humildad, es de esas pérdidas que duelen a propios y extraños. A su familia, enviamos un abrazo fraternal y afectivo, esperando encuentren resignación ante un acontecimiento de este tipo.



Ayer por la mañana, durante el noticiero recibí la fatal noticia de la muerte de una mujer muy querida en familia, doña Celia Celis de Ocampo, sí, la señora de Carnitas Lupita, la dueña de la receta de las más ricas gorditas, la viuda de Don Ricardo, la madre de Rico y Lupita.

Quien escribe le conoció el año de 1989 cuando inauguramos El Diario de Delicias, al lado de Don Ricardo abrieron Carnitas Lupita, en honor a la virgen de la cual era devota y de su hija, la alegría de Don Ricardo contrastaba con la seriedad de la señora Maya.

Siempre con su delantal, atenta a que todo estuviera bien en su puesto de comida mientras Don Ricardo chacoteaba con los clientes, muy pronto conquistaron el corazón de muchos, con más de 30 años hoy Carnitas Lupita es un paso obligado en Delicias, quien no ha comido esos deliciosos platillos no ha venido a Delicias.

La muerte de su esposo le dejó la responsabilidad del negocio al lado de sus dos hijos a los que dieron crianza ejemplar, hasta no hace muchos días todavía se le vio en el negocio, con su mandil y su diadema, atenta como siempre a brindar la mejor atención, hasta que ayer a eso de las siete de la mañana le sorprendió la pálida intrusa.

A Rico, a Lupita, a su nuera y yerno, a sus nietros les enviamos un abrazo fraternal y afectivo, hoy les toca seguir el ejemplo de lucha, honestidad y esfuerzo. Que Dios dé eterno descanso a doña Maya y resignación a sus familiares.

Amigos nuestros por hoy es todo, ay mañana a ver qué pasa.


Edición: Ana Borunda