Llamada aumenta dudas

2022-06-02 16:26:38   3228 Visitas


Uvalde, Tx, EU.- “Me estoy muriendo”, eso fue lo último que Eva Mireles le dijo por teléfono a su esposo, el oficial Ruben Ruiz, que estaba del otro lado de la pared durante el tiroteo en la escuela primaria Robb en el condado de Uvalde, Texas, que dejó 21 víctimas, de las cuales 19 eran niños y dos eran maestras, entre ellas Mireles.



El intercambio telefónico entre el matrimonio ha generado que crezcan las dudas sobre la actuación de la policía y plantea más cuestionamientos sobre la narrativa oficial.

Quien dio a conocer la existencia de la llamada fue el juez del condado de Uvalde, Bill Mitchell y dijo “ella estaba en el salón de clases y él afuera. Es aterrador”.

“Estaba hablando con su esposa. Si eso fue transmitido a Arredondo (Peter Arredondo, jefe del departamento al que está adscrito Ruiz) o a cualquier otra persona, no lo sé”, dijo el juez.

El hecho de que Mireles haya hablado con su esposo, el agente Ruben Ruiz, sugiere que al menos uno de los policías que estaban en el lugar contaba con información en tiempo real de lo que ocurría dentro del aula que tenía tomada el atacante, Salvador Ramos, un joven de sólo 18 años de edad.

Esta llamada se suma a las realizadas por los propios niños al interior de la escuela y que han obligado varias veces a las autoridades de Texas a modificar la cronología de los hechos para responder a los cuestionamientos de por qué tardaron más de 78 minutos en abatir al atacante.

Un papel clave en la actuación de la policía es del jefe Peter Arredondo, pues él dio la orden de esperar para enviar oficiales a las aulas hasta que llegara equipo especializado y oficiales más capacitados. Esa decisión fue calificada por el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, como “incorrecta”.

Otras declaraciones que han sido modificadas por las autoridades es negar que un policía y Ramos se enfrentaron antes de que él ingresara a la escuela; y que el atacante entró por una puerta abierta, ya que posteriormente rectificaron diciendo que la puerta estaba cerrada, pero no con llave.

Por lo anterior, Don McLaughlin, el alcalde de Uvalde, pidió al Departamento de Justicia una investigación para esclarecer la cadena de mando en la toma de decisiones durante la masacre. La dependencia federal anunció que rendiría su propio informe de lo ocurrido en la primaria Robb.

“Este es el evento más devastador y desastroso que jamás haya ocurrido en el condado de Uvalde”, dijo Mitchell. “Pero nos levantaremos. Sobreviviremos."






Edición: Elisa Salgado

Grupo Radiza Chihuahua

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