.Nadar es una de las actividades favoritas del verano, pero ¿qué tan seguras son realmente las piscinas, lagos y jacuzzis? Aunque la mayoría de las personas no enferma, hay riesgos ocultos que podrían ponerte en peligro.
Cuidado con las piscinas de hoteles y jacuzzis
Según los CDC, entre 2015 y 2019, un tercio de los brotes de enfermedades por piscinas y jacuzzis ocurrieron en hoteles. Esto puede deberse a que el personal encargado del mantenimiento tiene muchas otras tareas y no siempre prioriza la desinfección.
Piscinas mal desinfectadas: El 9.2 % de las piscinas y el 19.2 % de los jacuzzis analizados en 2016 no cumplían con los estándares de cloro y pH.
Jacuzzis peligrosos: El agua caliente descompone el cloro más rápido y facilita la propagación de gérmenes. Además, la bacteria Legionella, que causa la enfermedad del legionario, y Pseudomonas, responsable de erupciones cutáneas, prosperan en este ambiente.
Parques acuáticos: Menos riesgos
Aunque los parques acuáticos pueden parecer riesgosos, suelen estar bien controlados. Los operadores siguen estrictas normas de desinfección y, en muchos casos, utilizan luz ultravioleta para eliminar microbios resistentes al cloro.
Consulta las inspecciones: Al igual que con los restaurantes, algunos estados permiten consultar en línea las inspecciones de salud pública para conocer el estado de las piscinas y parques acuáticos.
Evita lagos turbios después de lluvias
Si prefieres nadar en lagos, ríos u océanos, es clave evaluar el agua antes de meterte.
Después de lluvias fuertes: La lluvia puede arrastrar desechos y bacterias, contaminando las zonas de baño.
Heridas abiertas: Evita nadar si tienes cortaduras o heridas, ya que bacterias como Vibrio pueden ingresar al cuerpo y causar infecciones graves.
Microbios resistentes al cloro
Incluso en piscinas bien tratadas, algunos gérmenes son difíciles de eliminar:
Cryptosporidium: Responsable de la mitad de los brotes recientes, puede sobrevivir más de una semana en agua clorada.
Norovirus y Giardia: Ambos son resistentes al cloro y pueden causar infecciones estomacales severas.
Sentido común y prevención
Si el agua luce turbia o huele mal, mejor no te arriesgues. Y aunque parezca limpia, nunca bebas agua de piscinas, lagos o ríos.
Recuerda: Si bien la mayoría de las personas no enferma al nadar, conocer los riesgos y tomar precauciones puede evitarte problemas. ¡Disfruta el agua de forma segura!