La Caldera

2022-04-19 09:02:52   1733 Visitas


Por: Redacción Estatal



* LEY MINERA DE AMLO

EL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador fue por el desquite con las modificaciones a la Ley Minera, luego de las dos aporreadas domingueras que el pueblo le impuso en la ratificación del mandato y la oposición con la frenada reforma eléctrica.

Ya había anticipado el plan B, en caso de que la reforma no pasará, lo dijo días antes y ratificó domingo casi a la medianoche, cuando se dio cuenta que no obtendría la mayoría calificada de parte de los diputados federales.

Palabra más o menos, López Obrador escribió que “pase a no la reforma, ya estamos blindados, al día siguiente presentaremos la Ley Minera”.

Ciertamente el presidente en ésta sí cumplió, la modificación a Ley secundaria llegó más rápido que un WhatsApp con 5G.

Tan rápido llegó la ley secundaria, que ni los morenistas la pudieron leer, muchos menos discutir, o debatir.

Es más los diputados de la coalición Va por México, más los de Movimiento Ciudadano, intentaron una moción suspensiva, para conocer el documento, pero los rechazaron.

En seguida abandonaron el recinto legislativo, pues ni siquiera de lejecitos, les enseñaron las modificaciones y así, ni como votar en contra o a favor; incluso abstenerse.

Por lo tanto, la maquinaria morenistas se despachó con la cuchara más grande y sin discusión, sin debate y sin haberla leído, aprobaron las modificaciones a Ley de Minería.

De hecho, no se requería de las dos terceras partes de los diputados, pues no implicaba una reforma constitucional.

El desquite llegó y en lo sustantivo se aprobó que sólo los mexicanos puedan explotar en todas sus modalidades el Litio, este mineral que ahora se le bautiza como el petróleo del futuro.

Así llegó muy rápido el desquite de AMLO. Se llevó el litio, aunque a un costo democrático demasiado alto, como la consulta de revocación que en cuentas finales fracaso como en preludio adelantado se dijo.




* CON AMENAZAS SE APROBÓ

AMENZAS muchas como los recordatorios del próximo día de las madres, se registraron el domingo, antes de la votación en donde se le dio reversa al intento de estatizar la electricidad en México.

Desde luego que se entienden la dureza y rudeza de los legisladores de Morena, quienes actuaron tal como borregos.

Es obvio que la frase es de López Obrador con relación a los parlamentarios europeos, por reclamarle los asesinatos a periodistas.

El caso es que la primera víctima es de quien votó en contra, es la diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Alexis Gamiño, quien sufragó en contra de la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ya se sabe que el Verde, se creó para ser comparsa del sistema de cualquier partido en el poder, y esos ideales del tucán, son deseos para otros países en el supuesto que así sea.

En palabras lisas en un partido que sólo le interesa el dinero o el poder, a la inversa es lo mismo.

La congruencia de la legisladora se agradece, no regresar a las energías fósiles, no es posible; menos aprobar una reforma tan regresiva como totalitaria.

Venezuela lo puede explicar mejor, cuando la gasolina es incomparable, las tarifas eléctricas impagables y el escaso trasporte público con un precio equivalente a cuatro dólares. Claro ya estatizado.






* MERODIO HABLA DE SU SALIDA

FINALMENTE Lilia Merodio Reza, renunciada secretaria de Desarrollo Rural del Gobierno del Estado, se decidió a hablar o a medio parlar sobre su voluntaria salida.

De acuerdo con su dicho, el origen y causa tiene que con las presiones que desde el Congreso del Estado, ejercicio el coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Mario Vázquez Robles.

Dice Merodio que el legislador, etiquetó desde el Congreso del Estado 61 millones de pesos para tres organizaciones campesinas, en donde el diputado tiene intereses específicos.

Se trata de la Organización Campesina Independiente, Red Integradora de Frijol y Centro Segalmex, en donde el líder parlamentario originario de Santa Isabel, tiene intereses muy marcados.

Merodio Reza le expuso las inconsistencias al legislador, de quien dice le respondió en un tono muy violento “que no le moviera porque le tomarían las oficinas”.

La exfuncionaria enteró a la gobernadora Campos Galván de lo ocurrido y ciertamente, un día después le tomó las oficinas y exigió su renuncia.





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