Aún no puede hablar
Ciudad de México.- El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, aún no puede hablar debido a que sus captores le suministraron una sustancia que lo mantiene adormecido, según su abogado Pedro Martínez.
"Su condición es estable. La sustancia que le administraron tardará tres días en ser eliminada de su cuerpo, por lo que hasta el momento no hemos podido entablar conversaciones con él", señaló Martínez.
La defensa del prelado afirmó que una vez que se encuentre en condiciones de salud adecuadas, podrá acudir a la Fiscalía General del Estado para rendir su declaración ministerial.
Martínez comentó que hasta ahora no hay indicios de que el obispo haya sido golpeado por sus captores, aunque estos le robaron su camioneta y el dinero de sus tarjetas bancarias.
El gobernador interino de Guerrero, Samuel Salgado, indicó que según la Fiscalía del estado, aún no hay pruebas que confirmen el secuestro del obispo.