Lo que busca en su próximo contrato

2024-04-16 09:39:53   432 Visitas


Reino Unido.- El mercado de pilotos de la Fórmula 1 para 2025 está en marcha y plena ebullición, pero cuál o cuáles son los escenarios ideales para el piloto mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez. Antes que nada, Checo Pérez necesita hacer lo que ha llevado a cabo desde que empezó la temporada 2024: subir al podio, hacerlo lo más cerca posible de Max Verstappen y con ello convencer con su trabajo a Red Bull, que no hay mejor opción posible para ellos.



Sin esta condicionante, no hay espacio posible para negociación alguna para el tapatío, pero hasta ahora lo ha conseguido, gracias a que ha encontrado la manera de ser rápido y consistente con tan sólo “dejar de inventar” en la puesta a punto.

Luego, la lógica indica que los intereses de Checo Pérez pasan por dos vertientes, la primera es quedarse en Red Bull, la segunda conseguir un contrato garantizado por al menos dos años.

Checo Pérez está, gracias a sus resultados, los movimientos del mercado y momento de sus ‘rivales’ que reducen opciones para el equipo; como uno de los pilotos sin contrato en 2025 con las “acciones” más elevadas.

También, el mal momento de Daniel Ricciardo, quien era candidateado para “bajarlo” del Red Bull, obra en favor de Pérez.

Para el mexicano, firmar contrato solamente por 2025 es casi una sentencia de quedarse sin asiento en 2026, año de transición a un nuevo reglamento, pero también un momento en donde muchos menos lugares estarán disponibles. El mismo Carlos Sainz no quiere un contrato por un año con opción a un segundo, porque sería caminar en la cuerda floja, así fuera con Mercedes.



Así que, si hoy Red Bull ofrece sólo un año a Checo Pérez, él y su agente deberán valorar otras opciones fuera del equipo austriaco.

La única manera que sería irrechazable para Checo Pérez firmar por solamente un año, con o sin opción a un segundo, sería si Max Verstappen anunciara que deja a Red Bull y con ello diera la campanada más grande desde que Lewis Hamilton dijo que se iba a Ferrari.

Eso abriría la puerta a que Sergio Pérez tuviera la opción más grande y clara de poder ser campeón del mundo, justo en el año que termina el actual reglamento y que Red Bull debería ser, todavía el auto más poderoso. Ahí sí valdría la pena el riesgo de acordar sólo por 12 meses.

Checo también ha dicho que 2024 no será su último contrato en F1, pero tal vez sí está pensando en que lo que firme para 2025 y adelante, sí sea su despedida de la Máxima Categoría, es decir, un contrato de tres años sería lo ideal.

La situación actual en la escudería austriaca, marcada por las disputas a nivel directivo en el paddock, pero con el dominio de los monoplazas azules sobre la pista, ha tranquilizado la situación para el tapatío, quien se ubicó por detrás del neerlandés en las tres carreras que éste ha ganado hasta el momento.



Además, lo que sucede al exterior de Milton Keynes, como el anuncio de la llegada del británico Lewis Hamilton a Ferrari, la continuidad del español Fernando Alonso en Aston Martin, el acercamiento del también ibérico Carlos Sainz a Mercedes y el pobre desempeño del australiano Daniel Ricciardo en RB, colocan todas las piezas para que Pérez sea la mejor opción de Red Bull en el corto plazo. Estas son algunas de las razones:

Las reglas en el Gran Circo este año permanecieron casi intactas respecto al anterior y ni el diseño de los coches ni los motores han sufrido transformaciones importantes desde la revolución de 2022, con el efecto suelo, vinculado con la carga aerodinámica de los vehículos.

Red Bull, con su director técnico Adrian Newey a la cabeza, fue el mejor preparado para ese viraje y acumula tres títulos consecutivos de conductores con Verstappen (incluido el de 2021) y dos de constructores, superioridad que continúa en estas primeras cuatro fechas del serial, con el mismo número de poles para el de Países Bajos y tres triunfos, sólo porque en Australia abandonó por un problema con los frenos.



La perspectiva para el resto del calendario y para el 2025 es la continuidad, que la compañía de bebidas energéticas siga al menos un paso por delante de sus rivales y acumule nuevos éxitos, tanto con Max como a nivel colectivo, ante unos adversarios que no encuentran la receta para pelear por las victorias de forma constante.

Para 2026, sí llegará la nueva reglamentación en las plantas de poder, lo que provocará una modificación en el estatus quo de F1, que se ejemplifica en que varias escuadras ya se preparan, como Red Bull que fabricará sus propias unidades de potencia, con el respaldo de la empresa estadounidense Ford o el caso de Honda, que dejará a los austriacos para unirse a Aston Martin.

Por lo tanto, ante la perspectiva de estabilidad en las reglas y en los resultados, no sería necesario hacer grandes cambios en 2025, en especial si se trata del equipo que está en el trono de la máxima categoría, pero para 2026 nadie sabe cuál será el equipo a vencer y si Verstappen tiene dudas fundadas, ahí en donde podría salirse de su contrato que lo ata a Red Bull hasta 2028.

A pesar de las críticas (y de la presión que Checo se puso al inicio), Sergio Pérez ofreció un 2023 acorde a lo esperado, con dos triunfos y al terminar segundo de la clasificación, sólo por detrás de su compañero y aunque quedó más cerca del tercero que del primero, el mexicano exprimió el potencial del mejor carro que hay en el serial y le dio un 1-2 inédito a su organización.

En 2021 ya había cumplido con el papel de escudero para Verstappen, defendiéndolo de los ataques de Hamilton en algunas citas y en 2022 sólo concluyó a tres puntos del monegasco Charles Leclerc, de Ferrari, quien fue el subcampeón, así que, en los números, Sergio avanzó en su tercera campaña ahí.

Con un perfil más bajo para el tapatío en este 2024 y los conflictos internos en Red Bull que recuerdan a Game of Thrones, Sergio puede conservar un asiento codiciado por el resto de los volantes en la grilla, pero en el que ya padecieron conductores como el francés Pierre Gasly o el tailandés Alex Albon que han brillado en otros lugares.

La mayor parte de los protagonistas de la Fórmula 1 terminan contrato al final de esta temporada, por lo que se esperaba un mercado movido, que tuvo el banderazo de salida con el anuncio de Hamilton en Ferrari, pero el efecto dominó no llegó y la pieza más atractiva, Fernando Alonso, de 42 años acaba de confirmar que seguirá en Aston Martin.

Con estos antecedentes, para Red Bull no quedan muchas opciones que signifiquen un salto de calidad respecto a lo que tiene: Sainz, quien quedará libre del Cavallino Rampante y se formó en el RB Junior Team, parece dirigirse a Mercedes y podría significar un motivo de incomodidad para Verstappen ante un posible reencuentro; talentos como el británico Lando Norris, el australiano Oscar Piastri o Leclerc están asegurados con sus equipos y Gasly y Albon ya pasaron por ahí.

Esto reduce las posibilidades a los integrantes de la segunda escuadra de la compañía, RB: Yuki Tsunoda o Ricciardo, el japonés ha crecido, pero no lo suficiente en estos cuatro años, mientras que el de Oceanía ha tenido un arranque de pesadilla en 2024 y lucha por mantener su puesto en este mismo calendario.

La apuesta por un joven de la Academia, como el neozelandés Liam Lawson, quien lució por cinco fechas en AlphaTauri en 2023, parece arriesgada para un Red Bull que necesita alguien que aporte las unidades suficientes para conservar el campeonato de constructores, lo que Checo ha demostrado que puede hacer.

Además, los pilotos jóvenes pasan primero por Toro Rosso, AlphaTauri, RB o como se llama ahora, no llegan directo a Red Bull.

Checo Pérez dijo que aproximadamente en un mes sabrá dónde correrá en 2025, no dijo si se sabría de su renovación, pero se dijo tranquilo con lo que ha hecho y lo que viene. Sus objetivos deben ser un contrato multianual y si es en Red Bull mucho mejor, y seguramente tiene argumentos para conseguirlo en Milton Keynes o en otro lado, pero por el momento, que no le digan, que no le cuenten, no hay nada firmado.


Edición: Alondra Reazola Urías