Solución a Síndrome de Peter Pan

2024-02-26 18:35:47   1637 Visitas


Los hombres que andan padeciendo el síndrome de Peter Pan tienen un claro desfase entre su edad cronológica y su madurez afectiva; tienen dificultades para asumir responsabilidades adultas y enfrentar los desafíos del envejecimiento… ¿Tienen remedio?



¿Qué es el síndrome de Peter Pan?

Fue acuñado por Dan Kiley en 1983. Se refiere al hombre que eternamente se comporta como un adolescente y se niega a posicionarse como un adulto a cargo. En los “Peter Pans” se observa un claro desfase entre su edad cronológica y su madurez afectiva; tienen dificultades para asumir responsabilidades adultas y enfrentar los desafíos del envejecimiento.

¿Cuáles son las causas? Si bien las relaciones humanas –de pareja, de trabajo, de amistad- vienen de un modelo jerárquico de mujer dominada, hombre dominante; las mujeres llevan tres generaciones mejorándose así mismas migrando de una subordinación al poder masculino hacia una autonomía emocional y económica.

¿Cómo están respondiendo los hombres?

Algunos de ellos, asumen su condición de iguales con las mujeres y están trabajando en la construcción de una masculinidad integral, que sin negar sus deseos, intereses y valores, facilite el encuentro con los y las otras.

Otros cuantos, queriendo moverse de una añeja postura de poder, pero sin entender –ni aceptar- con claridad el cambio, han pseudo adoptado una postura “feminista” que no se ajusta a su condición de hombres y los deja intentando, generalmente con poco éxito, una adaptación.

La mayoría, sintiéndose despojados de “lo que les pertenecía”, se muestran prepotentes, lo cual los lleva a actuar de manera incompetente, incluso, a ser impotentes. Si bien este devenir social genera infinidad de hombres inmaduros, existen otras causas que contribuyen a este comportamiento:


Las personalidades evitativas o dependientes.

El estilo pasivo de afrontamiento ante los problemas.

El tipo de crianza –en principio machista- sobreprotectora o permisiva y a la vez violenta.

La estructura narcisista de la personalidad.


¿Cuáles son los tipos de Peter Pan?

El Intelectual. Se refugia en el intelecto para evitar responsabilidades adultas. Enfocado en actividades como la lectura, investigación o la reflexión filosófica, pero se le dificulta aplicar sus conocimientos a la vida.

El Narcisista. Centrado en sí mismo. Busca la admiración y validación de los demás.

Dificultad para empatizar con los demás y por tanto para establecer relaciones profundas, comprometidas y de igualdad pues evade responsabilidades que no le aporten beneficios personales.

El Seductor. Su encanto y habilidades sociales las usa para evadir compromisos a largo plazo. Disfruta la emoción inicial de la conquista pero evita vínculos significativos y estables.

El Servicial. Asume roles de apoyo y cuidado para evitar responsabilidades más desafiantes. Se le puede dificultar poner límites y por tanto construye relaciones desequilibradas.




¿Cuáles son los rasgos comunes de los Peter Pan?

Necesidad afectiva. Necesitan mucha atención, admiración, cuidados. Son demandantes y temen a la soledad.

Egocéntricos. Centrados en sí mismos, poco empáticos, piden más de lo que dan.

Evasión de compromisos serios. Falta de responsabilidad financiera y Culpan y critican por sus fracasos a otras personas y carecen de autocrítica.

Inmadurez emocional:

Dificultad de reconocimiento y expresión de sentimientos

Poca resistencia a la frustración

Incapacidad de autocrítica

Impulsividad y estadillos frecuentes


Búsqueda constante de placer y entretenimiento. Les cuesta posponer la gratificación. Miedo al compromiso pensando que les resta libertad. Algunos son donjuanescos pero a la vez mala estrategia de seducción.

Baja autoestima. Inseguridad y falta de confianza en sí mismo, sensación de incompetencia y poca valía que puede llevarlos a la ansiedad constante y depresión. Les cuesta mucho aceptar relaciones de igualdad.


Dificultad para asumir responsabilidades de todo tipo. Familiares, laborales, económicos.

Comunicación pasivo- agresiva. No son asertivos y usan la manipulación, el silencio, el sarcasmo, el gaslighting.

¿Cuál es la solución?

¿Qué es madurar? Capacidad de auto observación, auto conocimiento y auto crítica, tolerar la frustración, posponer la gratificación, humildad, hacerse cargo de los retos básicos de la vida (sufrimiento, relaciones, ganarse la vida), autonomía económica y emocional.

Ser maduro no significa ser aburrido, ni perder el entusiasmo y gusto por el placer propio de los niños, sino saber gestionar los deseos con los deberes, aprender asimilar las experiencias (aprender del error y disfrutar los logros).

Pasos para dar el salto a la adultez

Reconoce por qué le temes a la vida adulta: ¿qué temes perder? ¿qué no quieres afrontar? Depura tus ideas, interpretaciones y creencias respecto a tus temores. Fomenta una visión realista de ti y de tu vida, para esto sirve no justificarte ni evadirte, y ser autocrítico.

Suelta la queja y la actitud de víctima, asume responsabilidad de tus fracasos, de tus insatisfacciones y de tus errores. Se autocrítico.

Hazte cargo de comprender lo que sientes, poner nombre a lo que te pasa, y manejar tus reacciones emocionales.

Pregúntate qué papel adulto debes jugar como adulto en tu vida individual, familiar, laboral, amorosa.

Ponte metas realista y planea paso a paso cómo llevarlas a cabo para no procrastinar. Afronta las dificultades que enfrentes el camino, supera los obstáculos, aprende del error, tropieza y vuelve a levantarte, esto te dará, además de logros, fortaleza de carácter.

Celebra tus logros y date premios que correspondan a tus resultados. Acepta también tus experiencias de tristeza o frustración.

Pide ayuda necesaria pero no manipules ni dependas de los otros para iniciar tu proceso. En síntesis, mirarse, autoevaluarse, entenderse, autocríticarse, y generar responsabilidad.


Fuente: Tere Díaz

Edición: Gilberto Macías