Mito del amor romántico

2022-05-13 08:47:07   1522 Visitas


A lo largo de la historia algo ha quedado claro, los humanos amamos el amor. Nos encanta pregonar que hemos encontrado a la pareja ideal, nos fascinan las historias novelescas en las que dos almas que se unen a pesar de las adversidades, y ese cuento de que hemos nacido para conocer a nuestra alma gemela.



Son tantas nuestras ganas de pertenecer al club de las parejas perfectas que no nos hemos detenido a ver todas las cosas que hacemos “en nombre del amor” . En ese sentido vale la pena analizar un poco “el mito del amor romántico”.

¿Qué es el mito del amor romántico?

Antes que nada, un mito es una creencia que compartimos en una cultura o sociedad. Se trata de una idea colectiva que usualmente no es cuestionable y está presente en nuestra vida de manera inconsciente.

Dicho esto, el mito del amor romántico es una construcción social enfocada en el deber ser de las relaciones. Se trata de una idea, que aunque ha sido muy popular a lo largo del tiempo –impulsada, una y otra vez en el cine, las novelas y hasta en las bodas– se ha convertido en un verdadero lastre para las personas, ya que esencialmente se basa en la creación de vínculos tóxicos, violentos y sadomasoquistas, en los que aparentemente gana el que tenga más poder sobre el otro.

Tanto hombres como mujeres hemos padecido la presión de hacer que nuestra pareja encaje con lo que somos. En el caso del género femenino, generación tras generación, se nos ha inculcado una forma de amar en la que se nos ha hecho creer que para encontrar al amor verdadero tenemos que sufrir mucho, que para mantener una relación estable hay que aguantar, sacrificarnos por lo demás y renunciar a todo.

Esto no puede estar más lejos de la realidad. Tras una gran cantidad de abusos y de corazones rotos, ¿podemos permitirle a la gente amar como sienta y como quiera, sin afectar al otro?


Mitos del amor romántico

Dicho lo anterior, para que todos aprendamos a ser lo que realmente somos sin miedo a que el otro se espante y se vaya , hemos juntado una serie de mitos dañinos acerca del amor, que nos permitirán edificar nuestra propia historia.



La media naranja

Este mito se basa en la idea de que no estamos completos y necesitamos a otra persona para no ser infelices. Esta creencia puede generarnos frustración por no estar con alguien, y ver a la soltería como lo peor que nos puede pasar, o incluso seguir en una relación violenta por el temor a quedarnos solos.

El amor todo lo puede

Es la idea de que con amor todos los problemas en nuestra relación sentimental se van a resolver. Esto no es real porque vive bajo la suposición que si existiera el amor verdadero no habría problemas. Dicha creencia puede ser fatal porque la persona subyugada puede aguantar violencia física y psicológica, por pensar que con su amor la otra persona va a cambiar y podrán superar todo, cuando en realidad, nunca será así.

Si hay celos, hay amor

Este mito se alimenta de las frases como: “me dan celos porque te amo” “eres todo para mí y por eso me dan celos”, etc. Todo esto solo romantiza la idea de posesión, en donde el que cela se siente dueño de la otra persona, y quiere controlar con quién sale, a quién le habla, cómo se viste.

Incluso, el celoso puede ser capaz de lograr que su víctima se aleje de su familia y de su vínculo social más cercano, para solo estar con él. Los celos en una relación con el paso del tiempo pueden inducir actos de violencia irreversibles.




¿Cómo podemos construir una nueva forma de amar?

Si ya nos dimos cuenta que el amor romántico solo nos destruye, dimos el primer gran paso para lograr tener una relación sana, en donde nos sintamos seguros, convencidos de que somos personas completas que no necesitamos a alguien más para estarlo, y que si queremos estar en una relación es por amor y para compartir, no por codependencia. Tenemos que pensar que el amor muchas veces no es suficiente, y que no debemos creer que podemos cambiar a una persona que nos haga daño porque nunca será así. Merecemos un compañero que nos admire y admiremos, que haya respeto mutuo y que nos empuje a superarnos en cualquier aspecto de nuestra vida.

Dejemos del lado esa idea que amar es poseer porque no es así, amar es libertad y si ambas personas deciden estar juntas y se aman de verdad no debe existir la traición. Mereceremos una relación sin jerarquías, en donde los pilares sean la confianza, el respeto y sobre todo, el amor.

No te conformes con menos

Fuente: Tere Díaz.


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