Cómo escapar de un narcisista?

2022-05-12 11:55:39   1495 Visitas


Sin duda la mejor manera de eludir a las personas que son narcisistas y que no se han tratado es teniendo todo el conocimiento posible acerca de este padecimiento, tan común en esta época.



Para escapar de un narcisista, más que cuestionarte “¡Por qué yo”! o “¿Fue mi culpa?”, corresponde que asumas responsabilidad de los pasos que hay que dar para liberarte y recuperarte de una relación así.

Algo importante es que no todos los narcisistas son iguales, por tanto, la siguiente guía deberás adaptarla y contextualizarla a la magnitud del problema y al grado de “perversión” del narciso en cuestión. No es lo mismo lidiar con alguien protagónico que escucha razones de tu malestar y busca opciones de moderarse (todos tenemos estructuras de carácter con ciertos rasgos neuróticos) a un perverso narcisista que tiene claro que te quiere seducir, someter y dominar.


¿Es posible convivir con un narcisista?

Si, pero “de lejitos”. Convivir con una persona narcisista es una experiencia desgastante y dolorosa para quien la padece, sin embargo, puede ser más llevadera con estas recomendaciones:

Es imprescindible no permitir que mine o disminuya tu autoestima, por eso, es indispensable evitar que te intimiten.

Intenta evitar conflictos directos con él o ella.

Cuando haya que tomar una decisión, adopta una actitud firme, no cedas.

Elogiar en exceso, para un narcisista es un arma de doble filo, intenta mostrar inatención, incluso cuando haya hecho algo bien.

Expón tus críticas con delicadeza, aprovecha para recordarle que no hay nada malo en equivocarse y no ser perfecto.

No bajes nunca la alerta para detectar sus manipulaciones. Los narcisistas son especialistas en denigrar al otro.




La comunicación asertiva como pieza clave

Gritar o atacar de vuelta solo incrementará el conflicto, por lo que la comunicación asertiva, es la clave en estas circunstancias. Esto implica expresar nuestras opiniones y necesidades, pero hacerlo sin faltar al respeto al otro. Para ello es positivo seguir los siguientes pasos:

Hablar desde nuestra propia perspectiva. Es decir, expresar cómo nos sentimos nosotros en lugar de centrarnos en recriminar la conducta del otro. “Me siento dolido cuando me haces este tipo de comentarios” es preferible que “siempre me haces daño”.

Exponer hechos concretos y hacerlo de forma objetiva. Hablar acerca de los comentarios o conductas específicas que nos incomodan es mejor que generalizar.

Hacer peticiones claras. Tras expresar cómo nos sentimos ante esos hechos concretos, es importante remarcar qué esperamos o deseamos del otro. Por ejemplo: “me gustaría que no volvieras a hablarme de este asunto”.

Fuente: Tere Díaz


Edición: Susana Ruiz

Grupo Radiza Chihuahua

Edición: