Ciudad de México.- Tepito se ha consolidado como uno de los lugares más emblemáticos de la Ciudad de México, no obstante y más allá del cliché, las calles del Barrio Bravo vieron nacer a una organización delictiva que ha sido la encargada de desatar una incesable ola de violencia en la capital mexicana y su área metropolitana.
La Unión Tepito no tardó en convertirse en un objetivo prioritario para las autoridades capitalinas que comenzaron a identificar las múltiples actividades delictivas que perpetran, entre las que destacan extorsiones, secuestros, homicidios, despojo de inmuebles y narcomenudeo.
Desde sus inicios en 2010 y hasta la actualidad, el liderazgo de la organización criminal lo fueron asumiendo diversos personajes que encabezaron las listas de los más buscados por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CDMX) y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Si bien algunos cabecillas de la Unión Tepito ya fueron capturados y se encuentran enfrentando diversos procesos legales desde reclusión, las labores que autoridades capitalinas han desplegado para desmantelar a la organización ha tenido que ir más allá de investigaciones de campo y trabajos de inteligencia.
Y es que, en su afán de evadir sus detenciones, algunos importantes miembros del también llamado Cártel Chilango han recurrido a peculiares prácticas que van desde la encomendación de su protección a diversos cultos -como la santería o el satanismo- hasta someterse a procesos quirúrgicos para modificar su apariencia física.
La atención mediática y de la opinión pública se centraron en Eduardo Martínez Tiburcio luego de que el secretario de seguridad ciudadana, Pablo Vázquez, anunciara su detención el pasado lunes 18 de marzo.
El “Chori” a lo largo de los años:
— Antonio Nieto (@siete_letras) March 20, 2024
2002: su segunda estadía en prisión. 2017, como capitán de la Unión.
2024: detenido.
Es del 62 de Paraguay, su prueba final para entrar a la banda del Betito fue matar a un policía.
Luego le salvaría la vida al de la B en un tiroteo. pic.twitter.com/wm6xQAoOxn
Entre el cúmulo de información que comenzó a circular destacó el aspecto físico de El Chori, pues su rostro lucía distinto al que autoridades habían difundido para ofrecer una recompensa de hasta 5 millones de pesos a quien proporcionara datos relevantes sobre su paradero.
Cabello largo, barba, bigote y una complexión física mucho más delgada fueron las características que por un momento hicieron dudar a las autoridades si en realidad estaban aprehendiendo al hombre correcto.
Adicionalmente, en el reporte del Registro Nacional de Detenciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) se detalla que el líder criminal se identificó con el nombre de Bernal Córdoba Manuel.